EDITORIAL

Por María Donchenko

Estimados Camaradas: Una nueva tragedia ha sucedido en nuestro país. Una explosión de bomba tuvo lugar en el aeropuerto Domodedovo, cerca de Moscú - 35 personas murieron, mientras que más de cien resultaron heridas. Ninguna persona o grupo se adjudicó esta explosión. La versión oficial correspondió a una explosión suicida de un grupo checheno autodenominado “Shakhids”. La verdad es que poco importa quien es el responsable de este sangriento ataque contra gente inocente, este acto es injustificable en todas sus

formas. Primeramente, quisiera

expresar mis mas sinceras condolencias a los parientes y amigos de las víctimas; como comunistas que somos, debemos encontrar la verdad y debemos decir la verdad.

Últimamente hemos visto medidas de seguridad nunca antes vistas desde el gobierno contra el “terrorismo”-

tanto para los reales como para los imaginarios. Después

del 11/9, la histeria antiterrorista se expandió rápidamente por el mundo. Muchas medidas de prohibición fueron presentadas, incluyendo algunas que son francamente absurdas - por ejemplo, la prohibición de llevar a bordo de los aviones cualquier tipo de líquido y la obligación de sacarse los zapatos en el control aéreo. Pero esto no está ayudando en lo absoluto, los actos de terrorismo continúan.

¿Por qué?

La razón fundamental de estas medidas anti- terroristas no parece ser la seguridad del pueblo. Creo que la razón fundamental es hacer que la gente esté atemorizada del terrorismo y salgan a la defensa de sus propios gobiernos.

Observamos el Imperialismo Estadounidense persiguiendo sus intereses en Irak, Afganistán y en otras regiones del mundo, bajo la consigna del “combate al terrorismo”. Vemos entonces a grandes cantidades de personas apoyando estas políticas - en vez de levantar la voz y protestar contra ellas.

Es por esto que el Imperialismo existe y existirá - mientras el imperialismo domine el mundo, necesita al terrorismo como una herramienta para salvarse de las protestas populares.

Pero entonces recordamos la era soviética, cuando el pueblo no tenía miedo de andar en trenes, de volar en aviones, de vivir en sus hogares y dejar que sus hijos fueran a la escuela. No existían detectores de metales instalados en todas partes, no habían puntos de control ni policías con rifles automáticos en todas partes. Pero el pueblo soviético se sentía mucho más seguro que en la actualidad. ¿Por qué?

La respuesta es clara -existió un Estado Popular que no se preocupaba sólo de tener muchos beneficios, sino que se preocupaba del bienestar de la población. Un Estado Socialista que no necesitaba un “terrorismo internacional” como medida de atemorizar a los ciudadanos. El Estado Socialista sabía como tratar y combatir a cualquier criminal con éxito.

Si echamos un vistazo a los últimos 20 años de la Rusia post- Soviética- sin exageración-

podríamos llamarla la historia de la sangre y el terror. Todos en Rusia pueden recordar los ataques chechenos en las ciudades del Sur de Rusia durante los años 90, la explosión de una escuela en la ciudad de Beslan en el 2004, las explosiones de casas con cientos de víctimas en Moscú y en Volgodonsk en 1999, el atentado en el metro de Moscú enel2004yel2010,etc.Yla larga lista continúa.

Pero alguien puede recordar algún trágico acontecimiento “terrorista” que haya sucedido hace 30 años atrás? ¡La única respuesta es NO!

La conclusión es evidente. La única solución es la reconstrucción de la Unión Soviética y el Socialismo, es la única manera de proteger al pueblo de la denigración de la sociedad burguesa actual - de la miseria, la pobreza, la vulnerabilidad social y del terrorismo.