Un alertado Presidente F. D. Roosevelt los detuvo, pero con pocas de las represalias contra los conspiradores.
Un elemento clave en el complot fue Smedly Butler, un prominente General Estadounidense retirado, quien pudo reclutar un ejército privado de 500.000 soldados de entre los veteranos desempleados y luego informó al gobierno de lo que se trataba en realidad el plan cuando descubrió en que consistía.
Esta conspiración estaba ampliamente financiada, bien desarrollada y fuertemente ligada a las fuerzas fascistas en Europa. Varios periódicos Norteamericanos como el ‘‘New York Times’’ reportaron este suceso y así fue instituido por FDR para conducir una investigación. Los registros de este comité fueron ocultados, clasificados y escondidos en los Archivos de EEUU, donde sólo han sido publicados recientemente. Pero unos pocos nombres se filtraron, y uno de ellos es el de Prescott Bush, el abuelo del ex presidente Norteamericano.
Prescott Bush estaba profundamente involucrado con negocios de Hamburg-American Lines y tenía estrechas relaciones con el nuevo gobierno que llegaría posteriormente al poder de la mano del Canciller Adolf Hitler. Prescott Bush debía ser el principal enlace para el grupo de EEUU y el Régimen Nazi en Alemania.
El rol de esta poderosísima familia dinástica Estadounidense en la historia de EEUU en todo este asunto es impactante.
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