Basado en el artículo del Profesor Leo Pantich de la Universidad de York, Toronto, Canadá. Toronto Star, Septiembre de 2009
Marx y sus ideas se alzan desde el basurero de la historia. Una profunda comprensión de las dinámicas del capitalismo ha salido al escenario durante la presente crisis capitalista.
¡Trabajadores del Mundo Uníos! ¿Nuevo mensaje para el Día de los Trabajadores de 2009? ¿Cuál es el significado de la forma en la que no solo John Maynard Keynes sino que también el mismo Karl Marx ha sido puesto de moda por la actual crisis económica global? Esta es una pregunta que bien vale la pena ponderar en el día oficialmente establecido para celebrar a la clase que Marx vio para llevar a cabo la promesa y la responsabilidad de crear un mundo mejor.
Hace 20 años, muchas de las ideas enunciadas por Marx fueron desechadas en el basurero de la historia junto con los regimenes Comunistas de Estado que colapsaron en 1989. Aún Marx, quien más que ningún economista o filósofo liberal del Siglo XIX insistió que el estado era una imposición a la sociedad y vislumbró su “extinción” luego de la revolución proletaria, perfectamente podría haber sido el más ácido crítico de estos regimenes.
•De cualquier forma, así como la globalización del capitalismo se ha acelerado durante los 90’ se ha puesto cada vez mas de moda citar a Marx, especialmente con respecto de “la necesidad de una constante expansión de los mercados para la introducción de sus productos por parte de la burguesía en todo el globo” creando en el proceso “un mundo a su imagen y semejanza”. Pero lo que se dejaba usualmente de lado cuando se citaba al “Manifiesto Comunista” en la década de los 90’ era la idea de Marx de que la globalización capitalista “pavimentaba el camino para crisis mas extensas y exhaustivas”
Ha sido este aspecto de la profunda comprensión por parte de Marx de las dinámicas capitalistas lo que ha sido puesto en escena en la presente crisis. Esto parece en efecto confirmar que el capitalismo es como “el mago que ya no es capaz de dominar las potencias infernales que ha desencadenado con sus conjuros”. Pero lo que es especialmente importante de tener en mente en el Día de los Trabajadores es que Marx, a diferencia de esos economistas Marxistas quienes hacen su negocio en base a predecir crisis económicas, no tendría las ilusiones de que las meras contradicciones del capitalismo traerían un mundo mejor.
Marx sabía muy bien que el capitalismo, por su naturaleza no puede “dejar subsistir otro vínculo entre los hombres que el frío interés, el cruel pago al contado”; Esto crea inercia frente a crisis personales, desde despidos en las fábricas hasta embargo del mobiliario. De ese modo, dicho aislamiento impide la existencia de comunidades de ciudadanos activos e informados que puedan unirse para buscar alternativas más radicales.
Marx podría mirar esta crisis desde la perspectiva de que podría hacer que los trabajadores superasen esta absorbente pasividad social. Marx vio en su tiempo el desarrollo de los sindicatos como un paso hacia lo que dice relación con “el objetivo inmediato” de “la organización de los proletarios en clase” cuya “primera tarea” sería “ganar la batalla por la democracia” Y Marx podría hoy mismo apoyar la formación de ese tipo de identidades colectivas, asociaciones e instituciones mediante las cuales la gente podría redefinir sus necesidades y desarrollar tanto sus ambiciones como capacidades para satisfacerlas ganando la batalla por la democracia económica. Esto es algo en lo cual ninguna sociedad capitalista se podrá transformar jamás.
Ninguna visión de cambio de este tipo se ha alzado durante esta crisis desde el movimiento obrero, al menos no tan lejos. Ni siquiera parece esto surgir desde la principal forma defensiva en la cual los actuales sindicatos se constituyen. Ellos necesitan resistir las presiones del empleador para hacer que los trabajadores resistan el peso de la crisis tanto en el sector público como en el sector privado. Pero su falta de ambición de organizarse y representar a todos los trabajadores en todas las facetas de sus vidas, no solo en estrechos términos de orientación y negociación colectiva, que se están debilitando cada vez mas.
Es significativo que el Día de los Trabajadores que celebramos hoy, legalmente establecido en 1895 para ocurrir el primer Lunes de Septiembre, involucró a Canadá, siguiendo abiertamente lo que el gobierno de los EEUU ha hecho para evitar que los trabajadores se unan a las celebraciones del 1º de Mayo, el día festivo internacional de los trabajadores. Esta práctica fue establecida en 1889, cuando el I Congreso de la II Internacional (sucesora de la I Internacional fundada por Marx en los años 60’ del Siglo XIX) llamó a los obreros de todas partes del mundo a unirse en una huelga anual de un día durante el 1º de Mayo. Esta fecha fue elegida para coincidir con la fecha de la protesta internacional en contra de la sangrienta represión de los trabajadores en Chicago en 1886, quienes habían estado en campaña por una jornada laboral de 8 horas.
Sindicatos en Canadá, tal como en los EEUU, se pusieron de lado de aquellos políticos quienes propusieron reemplazar el 1º de Mayo que simboliza la insurgencia laboral y su potencial revolucionario con una ceremonia “oficial” patrocinada por el gobierno en Septiembre, que representa el reconocimiento de la búsqueda de los trabajadores por respeto.
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