el TRIUNFO de la clase obrera, de los oprimidos y explotados, el momento en que la historia dio un giro en 180 grados, en que los hasta ese momento oprimidos y explotados, no sólo derrocaron y destruyeron el viejo poder de los explotadores, sino que además dieron inicio a la construcción de una nueva sociedad, del SOCIALISMO, sociedad de transición entre la sociedad capitalista, basada en la explotación y opresión de los trabajadores y de las masas populares, y la sociedad comunista, libre de toda explotación y opresión del hombre por el hombre.
Hoy el SOCIALISMO, como sociedad y expresión del poder de los trabajadores, no existe en la ex Unión Soviética, la propia Unión Soviética no existe, pero el SOCIALISMO no ha muerto en la tierra de Lenin y Stalin, por el contrario, este vive no sólo en la añoranza de las pueblos y trabajadores, sino que está presente en la lucha abierta y concreta que ellos llevan adelante. Por todos lados, y como resultado de la presión popular, se reponen los monumentos a LENIN y a STALIN , los escritos de ellos son cada vez mas leídos, las encuestas hablan de que mayoritariamente sus habitantes quieren volver a vivir en el SOCIALISMO, las autoridades rusas han expresado su gran preocupación porque dentro de la juventud se está viviendo una verdadera “STALIMANÍA”, los jóvenes llevan poleras con el retrato de Stalin y se hacen tatuajes en sus cuerpos con su imagen, las movilizaciones, huelgas obreras y estudiantiles se multiplican y las banderas rojas junto a los retratos de los lideres bolcheviques las encabezan.
Los gobiernos reaccionarios anti obreros, antipopulares y anti nacionales de Boris Yeltsin, Vladimir Putin, y hoy de Dmitri Medvedev, actuando de acuerdo a su naturaleza reaccionaria, han basado y basan su gestión en la represión, en el encarcelamiento de los luchadores antifascistas y por el socialismo. Hoy hay cientos de presos políticos en las diversas cárceles de los países de la ex Unión Soviética acusados de diversos crímenes inventados por la propia policía fascista, tales son los casos, entre muchos otros en Rusia, del antifascista Maxin Sólopov, detenido y encarcelado junto al luchador comunista Alexy Gaskárov, sólo por participar en manifestaciones antifascistas en julio del 2010, y de Nadezhda Raks, Larisa Romanova, Olga Nevskaya, Tatiana Nejorosheva, camaradas comunistas sobre las cuales la policía Rusa ha fabricado pruebas para hacerlas responsables de volar un edificio policial; NINGUNA camarada, a pesar de los apremios y torturas, ha reconocido participación en el hecho.
Hoy, Rusia es el país más destacado de lo que fuera la heroica y digna Unión Soviética, vive en el paraíso de la mafia, de las lacras del capitalismo, donde ha aumentado en forma escandalosa la mortalidad infantil y la mala calidad de vida, a tanto se ha llegado en el retroceso social que, según la ONU (organismo que nadie, a no ser un loco, podría acusar de comunista), sostiene que “Rusia vive una crisis demográfica”, argumentando que “de 143 millones de habitantes en el 2005, y considerando la tendencia demográfica actual, hacia el 2030 el país tendrá sólo 128 millones de habitantes”.
Hoy en la Rusia capitalista, la esperanza de vida ha descendido a apenas 60 años para los hombres y a 65 años para las mujeres.
En 1990-1991, el 25 de diciembre del último año, se dio por terminada la Unión Soviética, se sacó la bandera roja del Kremlin, dando así término a un largo periodo de restauración capitalista, iniciado a partir del XXII Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (1956), proceso de degeneración encabezado por el traidor y revisionista Nikita Kruschev y sus sucesores Brezhnev, Andropov y Gorbachov, siendo este último y sus políticas abiertamente capitalistas, resumidas en las llamadas “Perestroika” y “glasnost”, las que dieron la puñalada final a la grandiosa Revolución Proletaria del 7 de noviembre de 1917.
En estos instantes en que las diversas potencias imperialistas, encabezadas por el imperialismo yanqui, incluida la Rusia de Putin-Medvedev, arrasan a sangre y fuego con la soberanía y la independencia de países, naciones y pueblos, y cuando pretenden que los efectos y consecuencias de la crisis general del capitalismo, es decir, de la propia crisis imperialista, ya que vivimos la fase superior y última del capitalismo, el imperialismo, la paguen los trabajadores y los pueblos, ¡COMO HACE FALTA LA UNIÓN SOVIÉTICA DE LENIN Y STALIN!.
Los comunistas de Chile, desde el Partido Comunista Chileno (Acción Proletaria), PC(AP), fieles a los principios de la Revolución Socialista Soviética, personificados en el Partido Comunista (bolchevique) y en sus dirigentes, en Lenin y Stalin, en este 7 de Noviembre de 2011, en primer lugar, expresamos nuestro homenaje a la gesta proletaria y al SOCIALISMO en particular, al gobierno de Putin-Medvedev en Rusia, a poner fin a la represión contra los luchadores antifascistas y por el socialismo, a liberar a los presos políticos.
La represión y la cárcel nunca han podido, y no podrán en las tierras de Lenin y Stalin, impedir que triunfe el SOCIALISMO, el cual sin duda, una vez restablecido en Rusia y en las demás repúblicas de la ex URSS, será nuevamente la base de apoyo e inspiración para los trabajadores y pueblos oprimidos a nivel planetario.
¡Viva un nuevo aniversario de la Inmortal Revolución Soviética! ¡El Socialismo está más vigente que nunca, y tarde o temprano se restablecerá en los países de lo que fuera la Unión Soviética!
Comité Central Partido Comunista Chileno (Acción Proletaria)
PC (AP)
Consejo Internacional para la Amistad y Solidaridad con el Pueblo Soviético
Santiago, 7 de noviembre de 2011
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